sábado, 27 de octubre de 2012
~ FUENTE de SALVACIÓN ~
“Para que no seamos ya niños, llevados a la deriva
y zarandeados por cualquier viento de doctrina,
a merced de la malicia humana y de la astucia que conduce
al error,
antes bien, con la sinceridad en el amor, crezcamos en
todo
hasta aquel que es la cabeza, Cristo, de quien todo el
cuerpo
recibe trabazón y cohesión por la colaboración de los
ligamentos,
según la actividad propia de cada miembro,
para el crecimiento y edificación en el amor”.
de las Lecturas de la Misa (Ef 4, 7-16)
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