Arrepentíos y convertíos

«¿Eres tú el rey de los judíos?».

Jesus respondió: «Tú lo dices».

«¿No oyes cuantos cargoS presentan contra ti?».

Dijo Pilato:

«¿A quién queréis que os suelte, a Barrabás o a Jesús, a quien llaman el Mesias?».

Ellos dijeron:

«A Barrabás».

Pilato les preguntó:

«¡Y que hago con Jesús, llamado el Mesias?».

Contestaron todos:

«¡Sea crucificado!».

Pilato, tomó agua y se lavó las manos ante la gente, diciendo:

«Soy inocente de esta sangre, ¡Allá vosotros!».

Entonces les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, 

lo entregó para que lo crucificaran. 

Los soldados del gobernador, lo desnudaron y le pusieron un manto de color purpura

y trenzando una corona de espinas se la ciñeron a la cabeza.

Y doblando ante él la rodilla, se burlaban de él diciendo:

«¡Salve, rey de los judíos!».

Luego lo escupían, le quitaban y le golpeaban con ella la cabeza.

 terminada la burla, le pusieron su ropa y lo llevaron a crucificar.

Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota, 

le dieron a beber vino mezclado con hiel.

Después de crucificarlo, se repartieron su ropa echándola a suertes.

A la hora de nona, Jesús gritó con voz potente:

Elí, Elí, lemá sabaptaní 

(es decir: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»)

Jesús, gritando de nuevo con voz potente, exhaló el espíritu.

Lecturas del día: (Is 50, 4-7) (Sal 21, 8-9. 17-24) (Flp 2, 6-11) (Mt 27, 11-54)

DOMINGO DE RAMOS EN LA PASIÓN DEL SEÑOR