miércoles, 28 de agosto de 2019

Por medio de Él, decimos nuestro Amén a Dios


«¿Adónde iré lejos de tu aliento, adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú; si me acuesto en el abismo, allí te encuentro;
si vuelo hasta el margen de la aurora, 
si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda, me agarrará tu derecha.
Si digo: "Que al menos la tiniebla me encubra, 
que la luz se haga noche en torno a mí",
ni la tiniebla es oscura para ti, la noche es clara como el día, 
la tiniebla es como luz para ti».

Lecturas del día: (1 Ts 2, 9-13) (Sal 138, 7-12) (Mt 23, 27-32)

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