miércoles, 31 de mayo de 2017

Eterno es su Amor


Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, salto la criatura en su vientre.
Se llenó Isabel de Espíritu Santo y, levantando la voz, exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.
Bienaventurada la que ha creído, porque lo que ha dicho el Señor se cumplirá»

Lecturas del día: (Sof 3, 14-18) (Isa 12, 2-6) (Lc 1, 39-56)
FIESTA DE LA VISITACIÓN DE LA VIRGEN

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