lunes, 4 de julio de 2016

No hay nadie bueno más que Dios


«Por eso, yo la persuado, la llevo al desierto, le hablo al corazón.
Allí responderá como en los días de su juventud, como el día de la salida de Egipto.
Aquel día -oráculo del Señor- me llamarás "esposo mío"
y ya no me llamarás "mi amo".
Me desposaré contigo para siempre, 
me desposaré contigo en justicia y en derecho, en misericordia y en ternura,
me desposaré contigo enfidelidad y conocerás al Señor».

Lecturas del día: (Os 2, 16. 17b-18. 21-22) (Sal 144, 2-9) (Mt 9, 18-26)

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