lunes, 25 de enero de 2016

Dejaron las redes y lo siguieron


"Yo perseguí a muerte este Camino, 
encadenando y metiendo en la cárcel a hombres y mujeres. (...)
Pero yendo de camino, cerca ya de Damasco, hacia el mediodía,
de repente una gran luz del cielo me envolvió con su resplandor,
caí por tierra y oí una voz que me decía:
«Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?»
Yo pregunté: «¿Quién eres, Señor?» y me dijo:
«Yo soy Jesús el Nazareno a quien tú persigues» (...)
Yo pregunté «¿Qué debo hacer, Señor?»
«Levántate, continua el camino hasta Damasco, 
y allí te dirán todo lo que está determinado que hagas». (...)
Un cierto Ananías, (...) vino a verme, se puso a mi lado y me dijo:
«Saúl, hermano, recobra la vista»
Inmediatamente recobré la vista y lo vi. Él me dijo: (...)
Ahora, ¿qué te detiene? Levántate,
recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre".

Lecturas del día: (Hech 22, 3-16) (Sal 116, 1-2) (Mc 16, 15-18)
CONVERSIÓN DE SAN PABLO

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