viernes, 4 de enero de 2013
YOUCAT
269 ¿Pueden separarse cónyuges que están peleados?
La Iglesia tiene
un gran respeto ante la capacidad que tiene
una persona para
mantener una promesa y para comprometerse
en fidelidad para
toda la vida. Ella le toma la palabra.
Cualquier
matrimonio puede correr peligro a causa de alguna crisis.
El diálogo, la
oración (en común), a veces también la ayuda especializada,
pueden ayudar a
salir de la crisis. Y en especial, el recuerdo
de que en todo
matrimonio sacramental hay un tercero en la unión,
Cristo, puede
encender de nuevo la esperanza.
Pero a quien su
matrimonio se ha vuelto insoportable,
o a quien está
expuesto a violencia psíquica o física,
le está permitido
separarse. Esto se denomina una
“una separación de
mesa y cama”, que debe ser comunicada a la Iglesia.
Aunque en estos
casos se ha roto la convivencia,
el matrimonio
sigue siendo válido.
Ciertamente también hay casos en los que la crisis de un
matrimonio
se debe atribuir en último término a que uno de los cónyuges
o ambos
no eran capaces de contraer matrimonio en el momento del
enlace
o no aportaban una voluntad plena de contraerlo.
Entonces el matrimonio es inválido en el sentido
jurídico.
En estos casos se puede instruir un proceso de nulidad
ante los tribunales eclesiásticos.
Foto: Miguel Castaño
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