sábado, 22 de diciembre de 2012
YOUCAT
259 ¿En qué se diferencia el sacerdocio común
de los
fieles del sacerdocio ordenado?
Por el Bautismo de
Cristo nos ha convertido en un reino de
“sacerdotes para
Dios, su Padre” (Ap 1,6).
Por el sacerdocio
común, todo cristiano está llamado a actuar
en el mundo en
nombre de Dios y transmitirle su bendición y su gracia.
Sin embargo, en el
Cenáculo y en el envío de los Apóstoles,
Cristo ha dotado a
algunos con el poder sagrado para el servicio
de los creyentes;
estos sacerdotes ordenados representan a Cristo
como pastores de
su pueblo y cabeza de su Cuerpo, la Iglesia.
La misma palabra “sacerdote” usada para expresar dos
realidades relacionadas,
pero con una diferencia “esencial y no sólo en grado”
(Concilio Vaticano II, LG),
lleva a menudo a confusión. Por un lado tenemos que
darnos cuenta
con gozo de que todos los bautizados somos sacerdotes,
porque vivimos
en Cristo y participamos de todo lo que él es y hace.
¿Por qué entonces no pedimos constantemente Bendiciones
para este mundo?
Por otra parte tenemos que descubrir de nuevo el don de
Dios a su Iglesia,
que son los sacerdotes ordenados,
que representan entre nosotros al mismo Señor.
0 comentarios:
Publicar un comentario