viernes, 21 de diciembre de 2012

La SALVACIÓN de DIOS



¡La voz de mi amado!
Miradlo aquí llega,
saltando por los montes, brincando por lomas.
Es mi amado una gacela, parecido a un cervatillo.
Mirad cómo se para oculto tras la cerca,
mira por las ventanas, atisba por las rejas.
Habla mi amado y me dice:
“Levántate amor mío, hermosa mía y vente.
Mira, ha pasado el invierno, las lluvias cesaron se han ido.
La tierra se cubre de flores, llega la estación de las canciones,
ya se oye el arrullo de la tórtola por toda nuestra tierra.
Despuntan yermas en la higuera,
las viñas en cierne perfumean.
¡Anímate amor mío, hermosa mía y ven!
Paloma mía, escondida en las grietas de la roca,
en los huecos escarpados, déjame ver tu figura,
deja que escuche tu voz;
porque es muy dulce tu voz y atractiva tu figura”.

de las Lecturas de la Misa (Cant 2, 8-14)
Foto: Miguel Castaño

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