martes, 27 de noviembre de 2012
YOUCAT
235 ¿Puede uno confesarse también cuando no se han
cometido
pecados graves?
La confesión es
también en esa ocasión el gran regalo de la curación
y de la unión más
íntima con el Señor, aunque estrictamente
uno no estuviera
obligado a confesarse.
En muchos encuentros eclesiales, como en las Jornadas
Mundiales
de la Juventud, se ve a jóvenes que se reconcilian con
Dios.
Cristianos que se toman en serio el seguimiento de Jesús
buscan
la alegría que viene de un nuevo comienzo radical con
Dios.
Incluso los santos acudían regularmente a la confesión
cuando
era posible. Lo necesitaban para crecer en la humildad y
en el amor
y para dejarse tocar por la Luz sanadora de Dios
hasta el último rincón del alma.
Foto: Miguel Castaño
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