domingo, 18 de noviembre de 2012

YOUCAT



226 Si ya tenemos el Bautismo, que nos reconcilia con Dios,
        ¿porqué necesitamos entonces un sacramento
        especifico de la Reconciliación?
Si bien el Bautismo nos arranca del poder del pecado y de la muerte
y nos introduce en la nueva vida de los hijos de Dios, no nos libra
de la debilidad humana y de la inclinación al pecado.
Por eso necesitamos un lugar en el que podamos reconciliarnos
continuamente de nuevo con Dios. Esto es la confesión.

Confesarse parece no estar de moda. Quizá sea difícil
y al principio cueste un gran esfuerzo. Pero es una de las mayores
gracias que podamos comenzar siempre de nuevo en nuestra vida,
realmente de de nuevo: totalmente libres de cargas
y sin hipotecas del pasado, acogidos en el amor y equipados con una
fuerza nueva. Dios es misericordioso, y no desea nada más
ardientemente que el que nosotros nos acojamos a su misericordia.
Quien se ha confesado abre una nueva página en blanco
en el libro de su vida.

Foto: Miguel Castaño

0 comentarios:

Publicar un comentario