jueves, 22 de noviembre de 2012
Año de la Fe
Fe, Esperanza, Amor
Igual que el creyente se esfuerza por no dejarse ahogar
por el agua salada
de la duda que el océano continuamente le lleva a la boca,
también el no-creyente
duda de su incredulidad, de la real totalidad del mundo
que él ha decidido explicar
como un todo. Jamás estará seguro del carácter
total de lo que ha considerado
y explicado como el todo, sino que lo acuciará
la pregunta de si a pesar
de todo la fe no será lo real y la que exprese lo
real
Benedicto XVI
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