jueves, 6 de septiembre de 2012
~ YOUCAT ~
166 ¿Por qué celebra la Iglesia con tanta frecuencia el
culto divino?
Ya el pueblo de
Israel interrumpía el trabajo “siete veces al día”
(Sal 119, 164) para
alabar a Dios. Jesús participó en el culto
y la oración de su
pueblo; enseñó a orar a sus discípulos y los reunió
en el Cenáculo
para celebrar con ellos el mayor culto de todos:
su propia entrega
en la Eucaristía. La Iglesia, que convoca al culto,
sigue su mandato: “Haced
esto en memoria mía” (1Cor 11, 24b)
Así como el hombre respira para mantenerse vivo,
del mismo modo respira y vive la Iglesia mediante la
celebración
del culto divino. Es Dios mismo quien le infunde
diariamente
nueva vida y la enriquece mediante su Palabra y sus
Sacramentos.
Se puede usar también otra imagen: Cada acto de culto es como
una cita de amor, que Dios escribe en nuestra agenda.
Quien ya ha experimentado el amor de Dios, acude con
ganas
a la cita. Quien a veces no siente nada y, sin embargo,
acude, muestra a Dios su fidelidad.
Foto: Miguel Castaño

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