miércoles, 25 de enero de 2023

Un Salvador, el Mesías, el Señor


Pero yendo de camino, cerca ya de Damasco, hacia mediodía, 
de repente una gran luz del cielo me envolvió con su resplandor;
caí por tierra y oí una voz que decía: 
«Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?».
Yo pregunté:
«¿Quién eres, Señor?». Y me dijo:
«Yo soy Jesús el Nazareno a quien tú persigues».
Yo pregunté:
«¿Qué debo hacer, Señor?»
Él me respondió:
«Levántate, continúa el camino hasta Damasco, 
y allí te dirán todo lo que está determinado que hagas».
Como yo no veía, cegado por el resplandor de aquella luz,
mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco.
Un cierto Ananías, vino a verme, se puso a mi lado y me dijo:
«Saúl, hermano recobra la vista»
Inmediatamente recobré la vista y lo vi.
Él me dijo:
«El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su voluntad,
veas al Justo y escuches la voz de sus labios, porque vas a ser su testigo
ante todos los hombres de lo que has viso y oído.
Ahora, ¿qué te detiene? 
Levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre».
 
Lecturas del día: (Hech 22, 3-16) (Sal 116, 1-2) (Mc 16, 15-18)
FIESTA DE LA CONVERSIÓN DE SAN PABLO, APÓSTOL

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