Hijos de la luz e hijos del día

 Por eso os digo:

«no estéis agobiados por vuestra vida pensando qué vais a comer,

ni por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir.

¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido?

Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni siegan,

ni almacenan, y sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta.

¿No valéis vosotros más que ellos?

¿quién de vosotros, a fuerza de aogbiarse, 

podrá añadir una hora al tiempo de su vida?

¿Por qué os agobiáis por el vestido?

Fijaos como crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan.

Y os digo que ni Salomón, en todo su festo, estaba vestido como uno de ellos.

Pues si la hierba, que hoy está en el campo

 y mañana se arroja al horno, Dios la viste así,

¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe?

No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber,

o con qué os vais a vestir.

Los paganos se afanan por esas cosas.

Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.

Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia;

y todo esto se os dará por añadidura.

Por tanto no os agobiéis por el mañana».

Lecturas del día: (2 Crón 24, 17-25) (Sal 88, 4-5. 29-34) (Mt 6, 24-34)