Después de esto, designó el Señor otros setenta y dos,
y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos
y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía:
«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad,
pues, al dueño de la mies que envie obreros a su mies».
¡Poneos en camino! (...)
Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan,
curad a los enfermos que haya en ella, y decidles:
«El reino de Dios ha llegado a vosotros».
Lecturas del día: (Hech 13, 46-49) (Mc 16, 15) (Lc 10, 1-9)
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