miércoles, 12 de diciembre de 2012

La SALVACIÓN de DIOS



¿Por qué dices, Jacob, y hablas, Israel:
“Oculto está mi camino para Dios,
y al Señor se le pasa mi derecho?”
¿Es que no lo sabías?
¿O es que no lo has oído?
Dios eterno, Señor,
creador de la tierra hasta sus bordes,
no se cansa ni se fatiga;
imposible escrutar su inteligencia.
Que al cansado de vigor,
y al que no tiene fuerzas la energía le acrecienta.
Los jóvenes se cansan, se fatigan,
los valientes tropiezan y vacilan,
mientras que a los que esperan en el Señor
él les renovará el vigor, subirán con alas como de águilas,
correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse.

de las Lecturas de la Misa (Is 40, 25-31)

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