jueves, 29 de noviembre de 2012

Año de la Fe


Fe, Esperanza, Amor


Entre Dios y el hombre hay un abismo infinito, 
porque el hombre ha sido creado de tal manera 
que sus ojos solo pueden ver lo que no es Dios, y Dios es, por tanto, 
el esencialmente invisible para los hombres, 
el que cae y siempre caerá fuera del campo visual humano. 
Dios es esencialmente invisible. Esta expresión de la fe bíblica en Dios 
que niega la visibilidad de los dioses es a un tiempo, mejor dicho, 
es ante todo una afirmación sobre el hombre.
Benedicto XVI

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