sábado, 19 de mayo de 2018

Ven, Espíritu y sopla para que vivan


«Porque sabemos que hasta hoy toda la creación está gimiendo 
y sufre dolores de parto. Y no solo eso, sino que también nosotros,
que poseemos las primicias del Espíritu, 
gemimos en nuestro interior, aguardando la adopción filial,
la redención de nuestro cuerpo. 
Pues hemos sido salvados en esperanza. 
Y una esperanza que se ve, no es esperanza;
efeztivamente, ¿cómo va a esperar uno algo que ve?
Pero si esperamos lo que no vemos, aguardamos con perseverancia.
Del mismo modo, el Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad,
pues nosotros no sabemos pedir como conviene;
pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables.
Y el que escruta los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu,
y que su intercesión por los santos es según Dios»

(Rom 8, 22-27)
VIGILIA DE PENTECOSTÉS 

VIGILIA DE PENTECOSTÉS
Génesis 11, 1-9 - «Babel: allí confundió el Señor las lenguas de toda la tierra».
Éxodo 19, 3-8a. 16-20a - «El Señor bajará al monte, más a la vista del pueblo».
Ezequiel 37, 1-14 - «Huesos secos: Infundiré mi Espíritu y viviréis».
Joel 3, 1-5 - «Derramaré mi Espíritu sobre mis siervos».
Salmo 103, 1-2. 24-30 - «Envía tu Espíritu, Señor, y repuebla la faz de la tierra».
Romanos 8, 22-27 - «El Espíritu intercede con gemidos inefables».
JUAN 7, 37-39 - «El que tenga sed, que venga a mí y beba el que cree en mí; 
como dice la Escritura: "de sus entrañas manarán ríos de agua viva"». 

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